En la actualidad, un sitio web es clave para cualquier empresa o emprendimiento, pero no es suficiente tenerlo, debe ser atractivo para que los usuarios lo visiten.
Decidir qué estructura va a tener y cómo organizar sus contenidos es un paso necesario antes de empezar a diseñar.
En este artículo, te enseñamos cómo generar una estructura ideal para tu sitio web, que permita a los usuarios encontrar con facilidad la información que buscan y lograr una experiencia de navegación satisfactoria.
Por qué es importante organizar la estructura de una web
Para construir una página web, lo primero que debes planificar es su estructura, ya que este aspecto marca la pauta para la organización de la información que quieres mostrar a tus usuarios.
De hecho, es un paso vital para facilitar la usabilidad y mejorar el posicionamiento en los buscadores.
Cuando nos referimos a la estructura, se toma en cuenta la arquitectura de la información y la distribución del contenido. Dos elementos que se deben analizar muy bien para no afectar la navegabilidad.
Es por eso que mientras más fácil resulte recorrer una página web, más tiempo permanecerán los visitantes en ella y más contenidos pueden ver. Si hay una mala estructura, los usuarios experimentan una sensación de estar perdidos.
En consecuencia, abandonarán el sitio en busca de otras opciones que brinden la información de una manera más ordenada.
Ventajas de diseñar la estructura de una web
Como ya hemos mencionado, la estructura de una página web es esencial para brindar una buena experiencia de usuario, mejorar el posicionamiento en los motores de búsqueda, y aumentar la probabilidad de conversión.
Adicional, existen otras ventajas que debes evaluar:
- Facilita la navegación. La estructura bien organizada permite que los usuarios encuentren con facilidad lo que están buscando en el sitio web. Si los contenidos están ubicados de forma clara y coherente, los usuarios pueden navegar por la web de manera intuitiva y sin perderse.
- Evita que los usuarios abandonen el sitio web. Cuando un usuario no encuentra lo que busca se marcha de forma automática a otra página.
- Mejora la experiencia. Esto significa que los usuarios pueden hallar con facilidad lo que buscan, lo que hace que la navegación sea más fluida y agradable.
- Ayuda a disminuir el desorden de información y evita los contenidos duplicados. Es decir que aparezcan repetidos en diferentes lugares de un sitio web.
- Optimiza el posicionamiento en los motores de búsqueda. Como ya sabes, los motores de búsqueda valoran de forma positiva la estructura de una web organizada y coherente. Adicionalmente, puedes indexar tu sitio web de manera más efectiva y mejorar el posicionamiento en los resultados.
- Ordena los menús. De allí que exista la posibilidad de etiquetar las pestañas con nombres específicos y claros. Es necesario que se cumpla en todos los sitios web, pero en especial en aquellos de gran tamaño, con muchos contenidos y con menús desplegables.
- Facilita la gestión del contenido. Si tienes una estructura organizada, puedes agregar y actualizar la información de manera más eficiente, lo que mejora la calidad del sitio web.
¿Cómo crear una estructura ideal para tu sitio web?
Uno de los grandes errores que muchas personas cometen cuando se lanzan a trabajar en un proyecto web es pensar que lo más importantes en la parte estética. Pues bien, tener un diseño bonito y atractivo no garantiza vender más.
Si estás en el proceso de crear una página web desde cero o reformarla, te dejamos el paso a paso para crear una estructura ideal:
- Define los objetivos y audiencia de tu sitio web. Para empezar a generar la estructura, debes tener claro qué metas quieres cumplir con tu sitio web y a quién va dirigido. Esto ayudará a identificar qué contenido necesitas incluir y cómo organizarlo.
- Realiza una investigación de palabras clave. Analiza cuáles son las más relevantes para tu sitio web y el sector en el que se encuentra.
- Elige el estilo. Hay varios estilos en las páginas web y siempre es bueno que revises varias páginas para que tengas una idea de distintos ejemplos que existen y cuáles son los que más se ajusta a lo que necesitas.
- Diseña una lista de las secciones principales. Toma en cuenta los objetivos y la audiencia de tu sitio web, produce una lista de las secciones principales que deseas incluir. Por ejemplo: inicio, productos, servicios, contacto, acerca de nosotros, entre otros.
- Organiza las secciones en un mapa del sitio. Clasifica las secciones principales en una estructura lógica, la intención es asegurar que la navegación sea clara y fácil de seguir.
- Define las subsecciones. Una vez que hayas determinado las secciones principales, concreta las subsecciones que quieres incluir en cada una de ellas.
- Establece una jerarquía de páginas. Con el objetivo de indicar cómo se relacionan las páginas entre sí. Esto ayudará a los usuarios a comprender el vínculo entre las diferentes secciones y subsecciones.
- Crea un wireframe. Que se trata de una representación visual de la estructura de tu sitio web. Además, sirve para planificar la ubicación del contenido, las llamadas a la acción, los enlaces, entre otros.
- Prueba la estructura. Una vez que hayas originado la estructura, pruébala con usuarios reales para asegurarte de que sea fácil de usar y que cumpla con los objetivos.
- Publica y da difusión. Para ello, añade el enlace de tu nuevo sitio en tus redes sociales y compártelo con tus contactos y amistades.
- Monitorea los resultados y ajusta. Existen herramientas como Google Analytics o HubSpot, que son útiles para conocer las métricas de rendimiento de tu sitio web.
Tipos de estructuras de una página web
Ahora que sabes cómo crear tu sitio, vamos a echar un vistazo de los tipos de estructuras web más comunes.
Recuerda que elegir una u otra depende del tipo de negocio y cómo influirá en aspectos como la experiencia del usuario y el posicionamiento:
- Estructura en red. Es la más desaconsejada, ya que desde la página de inicio se puede navegar a otras secciones sin un orden específico, lo que hace que el usuario se pierda y tenga una mala experiencia. Es útil en aquellos proyectos en los que es necesario ampliar la información de una página a otra, y el usuario tiene la opción de navegar sin límites.
- Estructura lineal. Es la más sencilla de todas porque es similar a un libro. Por ejemplo, desde una página puedes ir a la anterior o a la siguiente en orden cronológico. La alternativa es práctica para temas relacionados con la enseñanza, ya que el usuario tiene una ruta establecida, pero es muy probable que se aburra si el contenido es extenso y poco interesante.
- Estructura jerárquica. Es la que usa la mayoría de los sitios web. Consiste en un sistema de árbol donde hay una página de inicio que sirve para acceder a otras secciones, normalmente a través de un menú. Una de sus ventajas es que el usuario siempre sabe dónde está ubicado por las famosas breadcrumbs o migas de pan que indican la ruta de una página específica con unos enlaces en la parte superior.
- Estructura lineal con jerarquía. Es una mezcla sencilla entre la estructura lineal y la estructura jerárquica. Es por eso que las secciones y subsecciones se organizan de forma jerárquica (estructura de árbol), pero también se es posible navegar de manera lineal por las diferentes secciones del mismo nivel.
Conclusión
Es difícil detallar cómo debes estructurar un sitio web, ya que cada uno responde a necesidades diferentes.
Lo que decidas depende del tipo de contenidos, la cantidad de información, los usuarios, los objetivos, las secciones a las que desees dar mayor visibilidad y las previsiones futuras de crecimiento.
Si estás pensando en crear un sitio web y no sabes cómo hacerlo, nosotros te ayudamos.
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