Los empleados lideran la empresa: empleado v4.0

Cuando una empresa, independientemente del sector en el que se encuentre, no consigue alcanzar sus objetivos, siempre hay un análisis de los motivos por los cuales se ha llegado a esa situación. Sin embargo, dentro de ese análisis, al menos en la mayoría de los casos, y lo decimos por experiencia propia, siempre se mira al exterior. Con esto, lo que queremos decir, es que prácticamente siempre, se atiende a causas ajenas a la propia empresa. Y claro, esto no hace otra cosa, que encontrar soluciones fuera de nosotros mismos. Pero, ¿y si os dijéramos que los activos más importantes que tienen las empresas son sus propios empleados? Pero, yendo un poco más allá dentro de este razonamiento, ¿y si además añadiéramos que son ellos los que tienen, casi siempre, la solución a todos nuestros problemas?

El nuevo paradigma. La clave está en los empleados

Esto es algo que las empresas tienen que interiorizar cuanto antes. Y es que van a ser ellos los que más soluciones van a poder aportar. No en vano, son los que conocen mejor la empresa en toda su extensión y en todas y cada una de sus áreas.  

  • Experiencia en el nicho. Seguramente las empresas tengan en plantilla a muchos empleados con más de cinco años de experiencia dentro del sector. Este tiempo es una arma muy valiosa ya que hace no hace otra cosa que constatar que nuestros empleados van a tener el conocimiento suficiente para aportar soluciones concretas.
  • Conocen la empresa. Esto es uno de los mayores puntos a su favor. ¿Para qué contratar una consultora externa para analizar lo que pasa dentro de nuestra compañía, cuando nuestros empleados están en contacto con sus estructuras diariamente?
  • Están comprometidos. Por norma general, aunque es cierto que nos podemos encontrar de todo, los empleados están interesados en que la empresa siempre logre sus objetivos. Esto es así porque si la compañía cumple los objetivos ellos se verán beneficiados en todos los sentidos. Esto hará que estés convencidos de que van a tomar las mejores decisiones posibles.

A partir de estos tres pilares se debe construir toda una estrategia, casi se podría decir que toda una forma de vida, a partir de la cual el empleado sea la piedra angular sobre a que gire todo.

Integra a tu empleado en la filosofía de la empresa

No hay nada como hacer que un empleado se sienta parte activa de la empresa. Por ello llama la atención que no sean muchas las empresas las que no llevan a cabo esto. ¿Cuántas veces se escucha de boca de los trabajadores que no son más que un número? Muchas más de las que nos gustaría. En consecuencia, hay que desarrollar un sistema para que toda aquella persona que trabaje para nosotros, ponga todo su empeño, casi sin pensarlo, para nosotros. No en vano, las mejores empresas, así como en otros ámbitos, como en el deportivo, aquellos conjuntos que mejor funcionan son los que todos reman en la misma dirección.

  • Promulga la filosofía de la empresa. No se trata de ser excesivamente corporativo ni de hacerles ver que tu compañía es una secta. Sin embargo, sí es necesario hacerles llegar cuanto antes los valores que defiendes.
  • Hazles sentir importantes. Esto es algo que por básico no quiere decir que sea sencillo. No todo el mundo sabe hacerlo. De lo que se trata es de que cualquier empleado sea consciente de que aquello que hace, por menor que sea, es vital para la empresa. No importa si es el que hace las fotocopias, el que redacta los informes, el comercial o el ingeniero. Hay que hacerles ver que si está en ese puesto es porque es mejor en lo suyo.
  • Dales facilidades para trabajar. Si algo nos ha demostrado la tecnología es que ahora se puede trabajar desde cualquier lugar del planeta. ¿Tienen que realizar una gestión? ¿Tienen que atender un problema personal? Ofréceles teletrabajo. Este tipo de incentivos harán que se sientan más cómodos y quieran devolver este trato a la empresa.
  • Ofrece formación. Si quieres que den más de sí, hazles sentir que son capaces. Para ello, nada mejor que ofrecer formación interna dentro de la propia empresa en las áreas que necesiten. Esto es un gran valor añadido ya que no se quedarán obsoletos y no los máximos responsables no tendrán que buscar fuera lo que tienen dentro.
  • Los beneficios son para todos. ¿El jefe cobra un “plus” por objetivos? Pues el empleado también. Simple y llanamente. De ese modo tan sencillo, nos aseguraremos de que todos tendrán un objetivo común que harán que su trabajo sea más eficiente.

¿Cómo hacer que los empleados tomen parte de las grandes decisiones?

No son pocos los altos directivos los que piensan que las grandes decisiones tienen que tomarse entre los grandes cargos. Sin embargo, con el paso del tiempo, e incluso dentro de las grandes empresas, se ha podido observar que esto no tiene que ser necesariamente así. Todo esto hace que sea necesario construir un sistema, sea este el que sea, que facilite la interacción de los empleados con esos altos cargos. los empleados lideran la empresa

Entrevistas con el resto del organigrama

No hay que tenerle miedo a la comunicación. Atrás quedaron los tiempos en los que los jefes, o los altos cargos, no tenían que tener ninguna relación con aquellos empleados que estaban en un nivel por debajo de ellos. A día de hoy lo que hay que hacer es fomentar la comunicación. Y qué mejor que hacerlo a través de entrevistas individuales. Unas entrevistas que se pueden llevar a cabo de manera periódica. No es necesario que este tipo de conversaciones se lleven a cabo de una manera excesivamente formal. Una charla, incluso compartiendo un café, es más que suficiente para que los empleados saquen a relucir todas las posibles ideas que puedan tener. Es más, incluso aunque no se den ideas concretas, este es un buen momento para que los empleados den sus impresiones del proyecto al que pertenecen. Quién sabe si esas impresiones pueden ser el punto de partida para mejorar, a través del marketing o a través de otro tipo de bases, el área en la que trabajan.

Encuestas online

La falta de costumbre o, en muchas ocasiones el miedo, pueden ser barreras que frene esa comunicación bidireccional de la que hemos hablado hace tan solo unos instantes. Pues bien, son tantas las alternativas las que tenemos a día de hoy apoyándonos en el mundo de la tecnología, que se hace un poco complicado no poder encontrar alguna. Por poner solo un ejemplo, aunque pueda haber muchos más, se pueden crear encuestas. Estas pueden ser totalmente anónimas y en ellas se puede pulsar la opinión del empleado sobre algunos aspectos que puedan ser interesantes mejorar. Esta es una solución en la que muchos se sentirán cómodos ya que evitan presiones. La estadística dice que el análisis de esas encuestas, además, no solo puede ser el comienzo de nuevas ideas sino que también puede ser el comienzo de la detección de posibles errores e incluso de posibles descontentos dentro de la plantilla.

Reuniones grupales

El grupo siempre es sinónimo de fuerza. De eso no hay duda. El ser humano es así. Entonces, ¿por qué no potenciar este aspecto? Una buena idea podrían ser reuniones grupales, con las personas que componen un área concreta dentro de la compañía. Unas reuniones que se pueden celebrar de manera periódica con la intención, como ya hemos dicho, no solo de mejorar el rendimiento sino de detectar posibles puntos de conflicto. En un principio, estamos seguros, puede ser una situación extraña. De eso no hay duda. Pero con el paso del tiempo, y si se consigue normalizar este tipo de comportamientos, los empleados notarán esa atención y la devolverán en forma de ideas, las cuales, siempre tendrán un único beneficiario: la compañía. Por mencionar otros recursos que también se pueden aplicar, y que tienen que ver con todo esto, siempre se puede poner a disposición de los empleados un buzón físico de sugerencias, un foro en la intranet de la empresa y así un largo etcétera.

Pero, ¿cuáles son los beneficios reales de toda esta estrategia?

Cada compañía, cada situación tendrá sus propios beneficios. Sin embargo, hay algunos aspectos que se suelen dar en la práctica totalidad de los casos. De ahí la importancia de tratar por todos los medios tener empleados comprometidos con la filosofía de la empresa.

Mejores profesionales

Esto es una consecuencia natural de todo el proceso que hemos venido describiendo hasta este momento. Cuando un empleado nota que la empresa está invirtiendo recursos en él, no tendrá problemas en implicarse todo lo que sea necesario.

Se enfocarán en los resultados

Una vez que se ha construido todo este entramado, los empleados dejarán de llevar a cabo sus tareas como parte de su rutina diaria. Las llevarán a cabo porque serán conscientes del beneficio que eso supone para la empresa a la que pertenecen. Además, de manera inconsciente, buscarán aquellas vías que les permitan optimizar sus esfuerzos. Un término, el de optimizar, que gusta mucho a los altos directivos de cualquier compañía.

El talento se queda en casa

Como ya hemos mencionado un poco más arriba, un empleado satisfecho en su puesto de trabajo, será un empleado que no tenga ninguna pretensión fuera de la compañía. En muchas ocasiones, los altos directivos de una determinada compañía no terminan de ser conscientes las graves consecuencias que puede tener, sobre todo a corto y medio plazo, el que algunos empleados dejen su puesto para pasarse al a competencia. En esos momentos toca reestructurar el equipo, buscar trabajadores nuevos, acoplarlos a la dinámica del grupo y formarles. ¿Realmente compensa?

Harán branding por ti

Ya sabemos que a día de hoy tener una buena reputación en internet en general, y en algunos medios como en las redes sociales en particular, es muy importante. Pues bien, esto es algo que puedes lograr sin que tengas que realizar inversión económica alguna. Tus empleados, siempre y cuando se encuentren a gusto, lo harán por ti. Y ya sabemos que no hay mejor promoción de una empresa que la que pueden hacer sus propios trabajadores.

Beneficio económico

Casi para terminar, en el caso de que todo lo que te hemos dicho hasta este momento no te haya convencido, quizá te podamos decir que seas egoísta y busques tu propio beneficio. Y es que, si se dan todas las condiciones que hemos puesto encima de la mesa en estas líneas, el beneficio económico será una consecuencia que vendrá por sí sola. Es lo que tiene poder gozar de una  plantilla satisfecha. El trabajo es mejor, los resultados son los esperados y los beneficios mayores. Para terminar, se puede añadir una ventaja a todo esto. La inversión económica, que es el aspecto que más preocupa a las cúpulas directivas de todo el planeta, será mínima. Por concretar, y con el objetivo de no divagar en absoluto, si exceptuamos la formación, y no en todos los casos, ¿cómo de grande debe ser el presupuesto destinado a hacer sentir cómodos a los empleados? ¿Cuánto dinero hay que destinar a ofrecer facilidades a los empleados? ¿Cuánto cuesta realmente el que los empleados puedan conciliar su vida profesional, por ejemplo, con su vida personal?

Si echamos cuentas seguramente nos topemos con la sorpresa de que todo esto apenas supone una inversión significativa. Y ya hemos visto que los beneficios son muchos. Una inversión que quedará amortizada en poco tiempo y que hará, además, que la compañía tenga otra percepción tanto desde dentro como desde fuera.

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