¿Has escuchado hablar sobre los OKR? Si eres amante de las herramientas de productividad y de los métodos para alcanzar tus objetivos, seguro este tema resulta atractivo, porque no es suficiente con visualizar una meta, sino traducirla en hechos puntuales y resultados factibles.
En otras palabras, que tu organización tenga propósitos claros es un gran logro, a pesar de que en ocasiones se diluyen en medio de las operaciones diarias.
Es por eso que hoy decidimos ahondar en los OKR (Objectives and Key Results), una metodología utilizada por Google desde sus inicios y que se ha expandido en grandes empresas como LinkedIn, Dropbox, Spotify y Twitter, entre otras.
De qué se trata la metodología OKR
La metodología OKR surgió en la mente de Andrew Grove, ex CEO de Intel en el año 1971, con la visión de enfocar el trabajo en los principales propósitos de la compañía.
La popularidad de este modelo es gracias a Google, que ha implementado el método desde 1999 y ha dejado grandes resultados.
OKR significa “Objetivos y resultados clave” y se define como una técnica de planificación e implementación de objetivos para cualquier negocio. La idea es simplificar las metas y la medición de su desempeño.
Trabajar con OKR es muy sencillo, sus dos pilares son objetivos y resultados clave, para lo cual se sigue la siguientes estructuras:
- Quiero + objetivo + medido por el conjunto de los + Resultados Clave
- Vamos a + objetivo + y sabremos que hemos tenido éxito si obtenemos + Resultados Clave.
Veamos un ejemplo de OKR:
Objetivo: Ofrecer una excelente experiencia al cliente.
Resultados Clave:
- Disminuir en un 50 % el tiempo de respuesta al cliente en todos los medios.
- Mantener la tasa de resolución de problemas en un 95 %.
En el ejemplo se observa que los objetivos son cualitativos, pero los resultados clave son cuantitativos, lo que permite medirlos con claridad.
Qué mide un OKR
La metodología OKR define de tres a cinco objetivos de alto nivel. Cada uno está vinculado al logro de tres a cinco resultados medibles.
Para avanzar en la alineación de las metas con los resultados es básico determinar un formato de puntuación, que va de 0.00 a 1.0, como de 0% a 100%.
Por ejemplo, si el puntaje obtenido está:
- Entre 0.6 y 1.0 es bueno.
- Entre 0.4 y 0.6 es satisfactorio.
- En un valor inferior a 0.4 es malo y se recomienda cambiar los objetivos.
La forma de calcular la puntuación es dividir el propósito establecido por el resultado real logrado. Por ejemplo, si la meta de un equipo de ventas era contactar 1000 leads, pero solo obtiene 200, su puntaje es de 0.2. Esto implica que debe ser revisado.
¿Cómo se aplican los OKR?
Es muy fácil. Uno de los rasgos que distinguen a los OKR de otras estrategias de planificación es que los objetivos se estudian de forma circular entre los colaboradores y los directores, y por lo menos la mitad de las metas se proponen desde abajo hacia arriba.
En otras palabras, el grupo de trabajadores forma parte de la definición de lo que se quiere lograr. Lo ideal es establecer entre 3 y 5 aspectos ambiciosos, pero realizables siguiendo los patrones antes detallados.
Una vez delimitados los propósitos, lo siguiente es decidir los resultados que ayudarán a alcanzarlos.
Implementa los OKR en tu empresa
Para poder ejecutar la metodología OKR, es básico comprender cómo funciona para así aplicarla y sacarle provecho. A continuación veremos los pasos para llevar a cabo con éxito los OKR en cualquier empresa:
Paso 1. Define las reglas para tu negocio.
Un dato importante es que la metodología OKR está diseñada para ser flexible y ajustarse a la mayoría de los propósitos.
Sin embargo, muchas empresas ven los OKR como un marco rígido y se niegan a fijar su atención en otro sistema prescriptivo.
Una vez implementada los OKR, lo mejor es determinar las reglas básicas para establecer cómo funcionarán para estar alienados y avanzar en la misma dirección.
También hay que tomar en cuenta tres elementos: cadencia, proceso de revisión y creación.
- Cadencia. Es la frecuencia con la que defines tus objetivos. De acuerdo con los estudios, los propósitos anuales son los que generan mejores resultados, ya que se convierten en la base de la estrategia.
Sin embargo, si tu organización avanza de forma rápida, puedes fijar OKR trimestrales, semestrales o incluso mensuales.
- Proceso de comprobación. Se trata del cronograma que estableces para actualizar y revisar el progreso de la meta.
Si los objetivos son grandes, recomendamos que hagas verificaciones quincenales o mensuales. Sin embargo, si son más pequeños y progresan de forma rápida, lo mejor es verificarlos con mayor regularidad.
- Creación. Para ello existen tres modelos básicos:
Vertical descendente. Los líderes establecen tanto los objetivos como los resultados clave.
Ascendente. Los trabajadores definen los propósitos y los resultados clave.
Híbrido. Los líderes fijan los objetivos y los trabajadores los resultados clave.
Paso 2. Crea objetivos para toda la empresa.
Después de establecer las reglas ya estás listo para aplicar la metodología OKR en toda tu organización.
Es el momento de crear conjuntamente objetivos claros, inspiradores y de alto nivel que son los pilares de tu estrategia para el próximo año o trimestre.
Para ello reúne las ideas de todos los integrantes de la organización y perfecciónalas con un análisis en profundidad.
Paso 3. Diseña resultados clave.
Una vez que hayas decidido los objetivos, debes determinar cómo realizarás un seguimiento del progreso para alcanzar esas metas.
Una excelente idea es probar la metodología SMART que es un acrónimo en inglés que significa:
- Específico (Specific). ¿Qué quieres obtener?
- Medible (Measurable). ¿Cómo definirás si lograste los resultados clave?
- Alcanzable (Achievable). ¿Es posible conseguir los propósitos claves?
- Realista (Realistic). ¿Es viable cumplir con los resultados con los recursos disponibles?
- De duración limitada (Time-bound). ¿Has establecido un cronograma para tus resultados clave?
Paso 4. Determina los resultados clave.
Para sacarle provecho a la metodología OKR, los objetivos deben circular por la empresa guiando el trabajo de equipos e individuos.
Cuando las metas están desconectadas del trabajo diario, es fácil que se pierda la alineación y que los equipos no tengan motivación.
Por el contrario, los estudios comprueban que cuando los trabajadores asimilan cómo contribuyen con su trabajo individual a los objetivos de la organización tienen más probabilidades de sentirse motivados.
Una forma fácil de lograrlo es utilizar un modelo híbrido en el que los ejecutivos determinan las metas de la empresa y los equipos más pequeños delimitan los resultados clave.
Paso 5. Da seguimiento a tus objetivos.
El siguiente paso es especificar los programas y proyectos en los que trabajarás con tu equipo para lograr lo planificado.
En otras palabras, al conectar los objetivos es posible elaborar los informes sobre el progreso y la posibilidad de detectar cualquier problema que pueda impedirte alcanzar los planes trazados.
Asimismo, vincular lo que quieres con el trabajo diario también mantiene a los colaboradores comprometidos con su trabajo.
Paso 6. Mejora tus procesos.
En este punto pídele a tu equipo que haga una pausa para calificar los resultados clave.
Las personas deben escribir una breve reseña explicando la calificación.
No importa si no se cumplen. De hecho, es probable que los equipos que logran todos sus resultados clave no hayan fijado objetivos ambiciosos.
Después de la calificación, los gerentes deben recopilar los logros y anexarlos a sus propósitos. Es aquí donde se profundiza en lo que no funcionó durante el ciclo y se toma nota de lo que sí, esto para llevarlos a cabo en ciclos futuros.
¿Notas cómo el OKR puede transformar la forma en que tu negocio aborda los objetivos de una manera sencilla y práctica?
Te invitamos a emplear esta metodología para que tu empresa o emprendimiento evolucione.